miércoles, febrero 1

Rápido comentario de mi primer año como maquiloca:

12 meses completitos de levantarme todos los días y, saliendo de la regadera, preguntarme unas 300 veces: ¿Y ahora qué me voy a poner? ¿Me faltó mandar algún correo ayer? ¿Estará el cliente de genio?. Y al momento de sacar el coche del garage y sentir el sol acariciar mi rostro no puedo evitar entrecerrar los ojos. ¿Porqué llega a ser tan cruda –a veces- tu luz?

Pero han sido meses interesantes. Pude acercarme a una gran amiga que estimo mucho -C- (y a su grupito de amigos tmb) y los incontables viajes imaginarios, las carísimas pastillas para curar las gripas del estress, las comidas de fin de semana y el poder pasar la tarjeta de crédito sin que me de miedo los regaños de los progenitores es algo que no cambio por nada.

Ya nada más me falta no tener que llegar a las 12 a mi casa. Ya nada más.

Un besote, después terminaré de pasar lista.

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