domingo, junio 4

Después de pasar...

cerca de seis horas jugando BurnOut Revenge, siento que mis ojos piden un cambio y recurro a la computadora (jajajaja) para desahogarme. Aún así, la pantalla podría ser más brillante o mis ojos no soportan gran cosa de luz... creo que tendré que volver a Anne Rice con su Hora de las Brujas y ver en que chingados se acaba el libro tan largo.

Y fallé en mi propósito de escribir antes de final de mes y de ir al gimnasio más de 3 veces a la semana (esta semana) pero lo bueno es que... aquí andamos, no? Ja. Que les puedo platicar? Lo más relevante de estos días, creo yo, es la llegada (y nótese que no dije venida) de mi prima Claus de tierras parisinas, aunque he de admitir que el jueves que pasé por ella creo que todavía no le caía el veinte de dónde estaba pero si le gustaron los tacos de arrachera a donde la llevamos... en fin... *en este parrafo siento que mis letras pierden ritmo, que de hecho en este post nunca lo tuvieron, que estoy aquí porque le marco a mis compas y ninguno contesta, malditas hormonas y el complejo de nadie me quiere!!*.

Qué más? Entre borracheras improvisadas, amigos de mi hermano qeu se fueron a estudiar a la ciudad y regresan con aires de que saben todo en política y que los demás provincianos se las pelamos, me dicen que terminé pendejeando a ese wey y queriendo malpasarme con mi adorado Ponchito, pero yo digo que no, que Poncho se dejó desde que puso su dedo pulgar dentro de mi boca y chupó... y del otro... eso sí que no me acuerdo, pero el olor a crudo emanando de toda mi ropa, del cabello y mi estómago inflamado me dice que tengo que dejar la cebada un rato, o al menos el elixir de la cerveza y regresar al conocido whiskey... o abstenerme. Que será lo mejor?

En fin, me retiro mis estimados, ando de "peine" (nueva palabra adquirida por ver como 20 veces el video de Edgar se Cae y no poder dejar de reir). Buen inicio de medio año... salud!

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