martes, octubre 3

Vuelvo a mis costumbres sicópatas--

El fin de semana, un amigo me preguntó si alguna vez había pensado en matar a alguien muy cercano a mi. Sin dudarlo dije que si, pero después hice alguna introspección y creo que no he pensado tanto en cómo matar a alguien, si no más bien desearle su inexistencia en mi plano astral. Vaya, se acabó septiembre y realmente no tuve mucho tiempo de nada—como se habrán dado en mis escasos posts. Y también se debe un poco a haber descubierto la maravilla del myspace.com, y dedicarme a hacer pininos en blogs en inglés, pero siento que eh, es sólo entretenimiento, al igual que esto.

Hmmm tengo que confesar que estas semanas han sido caóticas. Entre mis hormonas que andan como locas, que me hacen vulnerables hasta a comerciales de detergente de ropa, concientización y extrañamiento de presencias que hace tiempo no comparto, estrés laboral y familiar que hace que todo lo demás empieze a atrofiarse. Ataques de ansiedad que me hacen evitar lugares por horas y horas, a pesar de saber que no tengo alternativa mas que llegar y enfrentar la absurda realidad que se vive. Y qué se puede hacer al respecto? Respirar hondo, ver qué es lo que pasa y qué es lo que puedo arreglar. Ayer me decía una amiga: this too shall pass y fue como si la galleta de la suerte me hubiera envuelto y hecho crujir.

Se nota el desborde hormonal? Jejeje—saben qué es lo mejor de todo? Que huyo de estos parajes que no prometen nada en 22 dias. O 21? Y la música de Frank empieza a sonar de nuevo. Ah, otro de los pormenores de este estress: he dejado de soñar que viajo. Y eso era de lo más gozoso de mis últimas noches. En fin, veremos qué se puede hacer.

Saludos (ahora no besos, no estoy de humor)--

No hay comentarios.: