Aalborg duerme en domingo.
Y no me entero hasta que decido salirme a tomar un poco de la luz del sol que hoy se siente satisfactoriamente cálida. El centro está solo, silencioso. Sólo unos cuantos caminamos por aquí, buscando algún rastro de nosotros mismos que no nos haga volver a casa demasiado pronto. Saco la cámara, tomo algunas cuantas fotos. Así lo disfruto más, sin tantos intrusos en mis fotos. Y así no me siento tan turista, tan expuesta. Camino por calles que tienen nombres que suenan a filósofos y en una esquina veo una congregación de luteranos que están saliendo de su servicio. Varios daneses me han comentado que no son muy religiosos, que su relación con Dios es bastante relajada. Me he sonreído. Y es el país con los índices de suicidios más altos en el mundo, que números!. Así como el país con mayor PIB de Europa. Y yo que no sabía nada de eso hasta llegar aquí, donde las calles hacen eco de mis pasos sordos.
Decido esconderme en alguna esquina a ver pasar el tiempo pero el sol llama más mi atención así que sentada en una de las bancas en la parada de autobús dejo que el baño de luz me haga feliz en el domingo. (Y si, estoy de cursi, querido lector. Que se le va a hacer? Tal vez la botella de Cava que tengo en el refri sirva para algo... salud!)
Y no me entero hasta que decido salirme a tomar un poco de la luz del sol que hoy se siente satisfactoriamente cálida. El centro está solo, silencioso. Sólo unos cuantos caminamos por aquí, buscando algún rastro de nosotros mismos que no nos haga volver a casa demasiado pronto. Saco la cámara, tomo algunas cuantas fotos. Así lo disfruto más, sin tantos intrusos en mis fotos. Y así no me siento tan turista, tan expuesta. Camino por calles que tienen nombres que suenan a filósofos y en una esquina veo una congregación de luteranos que están saliendo de su servicio. Varios daneses me han comentado que no son muy religiosos, que su relación con Dios es bastante relajada. Me he sonreído. Y es el país con los índices de suicidios más altos en el mundo, que números!. Así como el país con mayor PIB de Europa. Y yo que no sabía nada de eso hasta llegar aquí, donde las calles hacen eco de mis pasos sordos.
Decido esconderme en alguna esquina a ver pasar el tiempo pero el sol llama más mi atención así que sentada en una de las bancas en la parada de autobús dejo que el baño de luz me haga feliz en el domingo. (Y si, estoy de cursi, querido lector. Que se le va a hacer? Tal vez la botella de Cava que tengo en el refri sirva para algo... salud!)
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