lunes, diciembre 17

¿Porqué duele tanto…

El haber ido al fin del mundo y regresar?

Tengo los chamorros nadando en calambres y no alcanzo el último plátano que queda en mi alacena. Decido esperar. Tal vez Rogerio, después de haber limpiado compulsivamente todo su departamento se de cuenta de mis lamentos, tire la puerta de mi departamento y me alcance el plátano. Aun cuando me encuentre en calzones –este impulso de desnudarme cada vez que entro a mi departamento es algo que todavía me asombra y me hace sonreir. He de confesar que en ningun otro lado me había sentido tan comoda para hacerlo- y cantando canciones de The Killers.

Ayer soñé con el Diablo. Kasper se rió, diciendo que era la representación de mi libre albeldrío. Y yo le digo que mas bien es todo este cansancio que no me había dado cuenta que estaba cargando conmigo. Se ha vuelto a reir y dice que no, que estoy asimiliando mi libertad. Vuelvo a decirle que conscientemente no creo en el Diablo. Ni el Dios. Que el concepto de libre albeldrío está limitado por la idea de vida y libertad que la divinidad nos concede. Y entonces me ignora y empieza a hablar en danés mientras yo me hago la sentida y le digo que estoy aburrida, en español.

Y entonces veo que el tiempo no se detiene y que tengo presentación, acompañada de este cólico y mi cara llena de dudas, para hablar de un tema que no sé. También descubro que hoy es lunes.

De verdad. LUNES.

Un abrazo, el VIERNES me voy a LONDRES. Y estoy que, aun cuando el cansancio me limita, brinco de contenta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

well enjoy your tea :)
saludooos desde juaritos

Carlos Alberto dijo...

hola, gracias por tu comment.
que tal tu viaje?
a mi tambien me gusta andar encuerado en mi casa. tu sigue asi siendo el orgullo de la familia.

cahd