viernes, diciembre 28

Si tu N'etais Pas La

Con los alpes franceses de fondo escucho a Edit Piaf mientras muerdo el croissant recién salido del horno y toda yo no me puedo creer en este país donde la burocracia es tan legendaria con en mi país, la lengua suena a romance y los perros dejan recuerdos en las banquetas para los distraidos caminadores como yo. Siguiendo los pasos de Karla (porque rara vez la logro alcanzar) me encuentro sonriendo a los viejos que me coquetean y a los morenos que me convidan cigarros, negando cuando me preguntan que si hablo francés y afirmando cuando no me dicen nada. Con unos cuantos días aquí, ya siento el idioma más familiar que el que se habla donde ha sido mi hogar los últimos 4 meses. Me doy baños de sol y no me canso de ver las montañas topeteadas de nieve.

Y yo que no sabía que en Grenoble existe la calle más larga de Europa, ni que el Foie Grass sabe a lo que sabe. Que se desbarata en la boca como mantequilla. Que los vinos blancos pueden ser agradables a mi paladar, a pesar de contrarias experiencias, y que la champagne de 35 euros tiene su razón de ser. Que el comer pavo fuera de casa entre amigos es igual de especial, y que irremediablemente sigo extrañando a mi hermanito.

En fin, seguiré reportando… Londres fue bastante especial en su momento, con hooligans cantando tonadas que conozco por la pantalla grande, y que el escuchar coros navideños en Trafalgar es realmente encantador. Así como la niebla Londiense que se parece a la de mi tierra pero es más famosa. Ja.

Besos en francés!!

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