jueves, abril 1

ING ada madre

Venía manejando tranquilamente de la escuela. En una de las cuchillas antes de llegar a la casa, marque la direccional y rezongue de la señora que estaba a media calle tratando de entrar a la misma calle de donde yo quería salir. Y todo pasó en un dos por tres. Un claxonaso. Un empujón. No alcanzar a ver. Y derepente mi auto embarrado en la banqueta opuesta. Sentir que estas dentro de una cortina de gelatina donde todo pasa lentamente. El sol lo percibia con ese filtro que ponen las películas hollywoodenses cuando se pasa a México. El tráfico, la histeria. Buscar mi teléfono en la bolsa. Sin batería. Primera pendejada. Mover el auto. Segunda y quizás la mas gran pendejada. Musitar incoherencias "Yo tengo seguro" y no encontrar mas que los papeles de cómo echar a andar el auto. Terminar en la casa de la golpeadora, con una temblorina imperceptible. Muy dentro. Oculta. "¿Quieres un vaso de coca?". Negar evadiendo la mirada.
Mi padre afuera de la casa, echando madres, pendejeandome. Hablandole a los del seguro, a mi. A todos.

Primera regla cuando sufres un choque: NO TE MUEVAS. Jamás. Espera a que lleguen las autoridades correspondientes para que no haya mas pedos. Que te valga el tráfico.

Recuperar un poco la noción de lo que estaba sucediendo, defenderme, que los del seguro digan que yo tuve la culpa. Que si queremos que llegue mas allá igual y hablarle a tránsito. El calor comerme através de mi blusa negra. Seguir temblando. Suspirar. "Me acuso responsable". Subirme de nuevo al carro, manejar en silencio las tres cuadras a mi casa. Sentirme una inutil total. El silencio de mi padre. Mi madre pelando nueces, recordando los choques que he tenido. Y mi hermano, tan lejos. Felíz cumpleaños, Jorge, prometo no volver a renegar de tu forma de manejar.

En fin. Mi abuelo, tan conciliador como siempre. El taller dijo que solamente serían 600 pesos. SEISCIENTOS PESOS. No importa, dejo de salir las próximas semanas. SOLO SEISCIENTOS PESOS mi absolución. Tan vano que es todo. ¿Y el susto? Ese no tiene precio...

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