miércoles, abril 7

"Eso de no tener nada que hacer..."

Y llevo compensación de horas de sueño, escribiendo fumadas y tirando papeles. Por fin pude deshacerme de una caja que traje conmigo desde Washington -increblemente, llevo dos días soñando con mis experiencias de allá-. Pero bueno, de ahí en más, fui a visitar a mi primo que operaron de las anginas hace dos días, recordé mis experiencias de niña: mis anginas eran tan defectuosas que de vagué entre brujas y demás menjurjes. Las brujas se dedicaban a sobarme los brazos y a jalarme de los pelos con unas pinzas -de las experiencias más crueles- que dizque para quebrarme las anginas. También recuerdo que una noche me levanté llena de ronchas y pensando que era sarampión, hasta mi testamento hice.

Ja, por fin, me llevaron con un doctor de pelona brillante y largas barbas que, con su acento chiapaneco, nos convenció de que teníamos que deshacernos de las bolas de pus -y me esta dando asco mi post, ja, asi me siento en vacaciones-. Total que, después de haber llorado del pánico por media hora, mi papá me contó de los clavos de la cruz de Cristo -en ese entonces hasta en SantaClos creía- y entré a la sala de operaciones. Recuerdo que la enfermera me dijo: vas a contar hasta diez y vas a cerrar los ojos... recuerdo haber llegado hasta el dos y nada más.

Desperté con la garganta ardiendo, gritando: mamá!!! ME DUELEN LAS ANGINAS!!! y la risa de todos diciendo que ya no tenía. Fue la primera vez que probe la nieve de limón, a mis 9 años.
En fin... después de varias semanas de ronquera y varios kilos menos, retorné al mundo del canto.

Me despido momentaneamente... que la mosca de la inspiracion me anda mareando. Abur!

No hay comentarios.: