Que todos tienen que ser de buena nalga, ojo azul, o un judío hecho y derecho. Les presento a mi amor desde que llegue a DC, y todavía.

Me retiro. Ha sido un despertar abrupto: el fumigador roció mi ventana y el veneno salpicó mi rostro. En mi paranoia, corri a lavarme la cara asustada. Y en mi mente dormida, no pude pensar nada.
Saludos
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