jueves, julio 8

Caminante se hace camino...

Y la verdad es que no me sé gran cosa de esa rola. Pero acabo de llegar de caminar. Con una sonrisa en los labios, sintiendo una complicidad en las calles desiertas, en las casas parlantes, en mis pasos huecos. Desde la semana pasada había estado saliendo con mi hermano a caminar y a descubrir lugares que en el ajetreo no te das cuenta de que están ahí. Recuerdo un cuento de Dostoyevsky (va con i la última?) donde relata que las casas le hablan al caminante en su mudez congelada. Les hablan de sus dueños, de sus ruidos, de lo que extrañan. Mi hermano me acompañaba en los primeros pasos tediosos, y si descubríamos un parque con puesto de flautas, me tentaba a que compraramos una orden. Pero entonces las motivaciones 'deportivas' de la caminata se verían nulas y... bueno.
Hoy salí a caminar sola, para despejar la mente de las acosaciones de mis padres -sobretodo después de la juerga del sábado- y para aclarar mis pensamientos, después de haber leído de mi último fetish (de los libros de Harry Potter, el profesor Snape ha sido el que ha alimentado las pasiones de mis dragones las últimas semanas... la imagen recurrente de estar en unas mazmorras con ese tipo me pone la piel chinita, jejeje) donde descubrí un sinnúmero de yahoogroups que dedican sus listas a escribir las historias del profesor de pociones con la nerd de la escuela; en fin, volviendo a la caminada, fue maravillosa. Con suerte no me persiguió ni un perro, pero me dí cuenta de que mucha gente abre sus puertas y deja que el 'frescor' de la noche entre a sus salas. Caminé por una calle donde Guns'n'roses cantaba a grito pelado y una joven, sentada en la sala, lloraba amargamente... otra, donde, através de la puerta abierta, se podía apreciar la mesa de un posible taller, con cientos de figuras en barro y materiales por el estilo, trabajadas y mostrando aún huellas de su frescura. Veo que la gente saca sus sillas y sus cartablancas y se sienta en la calle, a platicar. Simplemente resumir el día en unos cuantos tragos, risas, cagadas y volver a dormir con la sensación de haber vivido, de perdida, la última hora del día.
Descubrir una casa muy 'gogó' con casi ninguna pared derecha. Poder visualizar el café que ha venido torturándonos el fin de semana, con una claridad inverosimil. Querer venir a platicarles de que el sábado unos polis nos bajaron una lana por que nos vieron salir con unas chelas... y que el domingo me sentía como Louis, en 'Entrevista con el Vampiro' cuando su transformación en creatura de la noche se está llevando a cabo -los órganos se le escurren entre las piernas, haciéndolo saborear la muerte en lo más profundo de su ser-, pero yo, en lugar de convertirme en vampira, hacía promesas falsas de no volver a tomar tanto vino.
Y aquí me encuentro, haciendo acto de presencia, decidiendo que voy a dormir sin cortinas hoy. Y quizás hasta encuerada. Ja. Bueno, haber si no sale algún mosquito y se aprovecha, pero de ahí en más.... aah!! a propósito de insectos, hoy descubrí que tengo una 'araña guardiana', que atrapó en sus redes a una chinche del tamaño de singapur. Que cosas... no?
Un abrazo, de alguien que se siente cursi esta noche.

Tatá --- ∞

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