viernes, julio 30

Uñas 

    Ay cabronhijodesuchinpendeja. Creo que el dedo meñique de mi pie izquierdo se va a resignar a no crecer uña. ¿Para qué si me aferro a no fijarme por donde camino y darme de trancazos? Hace justo una semana, estaba llenando un vaso de hielos en el restaurante y al darme la vuelta, zaaaaz, choca mi dedito y me aviento una cantaleta como la del prinpicio. Cabe explicar que hasta sangre salió y el palpitar de mi dedo era al ritmo de lo que presumo mi corazón. En la tarde me armé de valor y corté lo que quedaba de uña, aferrada por un pedazo de pellejo... adolorido.

     Hoy me acaba de pasar lo mismo, pero con una base que tiene mi hermano para la bicicleta. Todavía palpita (está vivo, VIVO!!!) y me doy de trancazos contra la pared. Mi madre se carcajea y espera que así abandone mis chanclas pata de gallo, pero no. No existe algo más cómodo que darse de trancazos con el pie al aire.

   Me retiro, voy a convencerlo de que seré más cuidadosa... no tardan en llegar por mi para irnos a la movie del secondo piano.
Ciao!

No hay comentarios.: