Solamente el lunes fue día mellow. El resto de la semana ha sido demasiado eterno, largo. Todos los días, abrir los ojos y decir: Qué bueno que ya es sábado! Y descubrir que no, que apenas era martes, miércoles, jueves, viernes. Y llegar más tarde que de costumbre al trabajo, todos los días. Y no verle fin al reloj que da vueltas lenta, muy lentamente. Y las ‘y’s no dejan de aflorar.
Lo mejor de la semana? Comprar mi cámara digital nueva (de segunda mano) y el abrir el sobre donde venían los (MIS) pases de Eurail. Que emoción, locura, no me puedo contener la sonrisa que delata mis ansias de irme de aquí. Una sonrisa casi como la del gato en Alicia en el País de las maravillas. Siniestra, malintencionada (jajaja), delatadora. Me quitó el sabor de boca raro que me dejó Brokeback Mountain—he de admitir que no creo que sea valedora de oscar a mejor película (no, no estoy siendo homofóbica ni nada por el estilo es solamente—yo quería algo más hard core!), pero que esos besos que se dan, portodosloscielos! Yo quiero alguien que me bese con semejante pasión!
Bueno, mis estimados, me retiro porque todavía tengo como unos 50 correos que contestar con motivos laborales. Y el reloj da vueltas hacia el otro lado cuando no lo estoy viendo.
Un abrazo… ya nada más una semanita más!!
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