martes, agosto 22

Agosto va que vuela--

Y no me canso del viento fresca que entra en esta noche por la ventana y me hace cosquillas. No he tomado conciencia de mis días, parece ser cierta esa frase de la vida es aquello que pasa mientras te dedicas a ver alrededor o algo asíl. Les venía a presumir que en lo que va del mes ya me aventé dos conciertos (el de Shakis en EP que me regresó a mis años de secundaria cuando escuchaba el cassete de la colombiana una y otra y otra y otra vez-- y el de la Julieta Venegas que nos puso a cantar al ritmo del acordeón) y pasé un sábado sobria. Totalmente. Bueno, tal vez con un poco de resaca pero en su mayor parte sobria (las margaritas del Kentuky son traicioneras). Es raro cómo estos días pasan sin decir más. Trabajo trabajo, gimnasio, tráfico, llegar a comprar pilas para el juguete que llevaba ya dos semanas sin usar, y toda yo que no me sé...

En fin. Ando algo distraida, creo que eso de ponerme a hacer cuentas me estresa. Saben que las tarjetas de crédito son la representación moderna del chamuco? Fatal. Espantosas. Y el banco que está encantado de incrementarme el crédito-- qué piensan? que trabajaré sólo para ellos?

mmmmm y yo que pensaba que este enojo cotidiano lo había sudado en mi hora de cardio. parece ser que no... un abrazo, portense mal y gozen mucho. aquí seguimos, sufriendo con el estado de cuenta.

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