lunes, octubre 1

Hoy fui a cenar con Alex a su departamento, entre cientos de nacionalidades, miradas y olores distintos. Disfruté mi tarde de domingo como se debe, entre amigos y cervezas.

Y de vuelta decidí caminar, no tanto por haber visto pasar el camión a metros de mi y saber que tendría que esperar media hora para el siguiente, si no porque la noche fresca lo ameritaba. Y aparte el camino era colina abajo así que no iba a sufrirla tanto. En punto de las 9 de la noche emprendí el camino a casa, disfrutando del silencio. Era yo la única peatona disfrutando de las húmedas calles donde las casas con ventanas desnudas al ojo del espectador prometen ambientes acogedores donde los daneses ven la televisión, cenan, platican con sus familiares o simplemente no están a la vista, dejado como testimonio sus salas, cocinas, estudios iluminados llenos de retratos, plantas, cuadros y demás. Me asombra cómo siendo un tanto cerrados terminan siendo tan desinhibidos. Asterios y yo hemos llegado a la conclusión de que son medio exhibicionistas, ja, y eso mismo los hace atractivos. O será que ellos no sienten curiosidad por ver que es lo que tiene el vecino en display? Somos entonces nosotros, los foráneos que nos vanagloriamos de poder ser espectadores de trozos de vida que no nos pertenecen, los que estamos en display?

No sé, la oscuridad me protegía, sólo delatando mi presencia en mis pasos donde el pantalón de mezclilla mojado se arrastraba. Y me sentí sola acompañada. Con una promesa de calidez en la punta de los dedos, diciéndome que este es el comienzo del resto de mi vida. Ja.

Ah, y ese gruñido en el fondo de mi cabeza (o de mi garganta?) que me siguió hasta la calle transitada me erizó los cabellos de la nuca al principio, hasta que nos acostumbramos el uno al otro prometiendo hacernos compañía en mis paseos nocturnos por esta tierra de Vikingos cuyo nombre no termino de tatuarme en la piel.

Besos nocturnos...

1 comentario:

Alex de Erasmus Mundus dijo...

wow!!! tina!! no sabias que fueras una escritora tan maravillosa... me encanta tu manera de escribir..me hace sentir añoranza de aquellos libros en español que alguna vez solía leer

alex